Virgilio López Azuán y María de los Ángeles Méndez Roso
Palabras sobre “Mente y Alma”, el
libro de poemas de María de los Ángeles Méndez Roso.
VIRGILIO LÓPEZ AZUÁN
(Puesta en circulación del libro “Mente y
Alma”)
El libro “Mente y Alma” que nos presenta María de los
Ángeles Méndez Roso, consta con más de 65 poemas donde se expresan los pensamientos
y los sentimientos con un lenguaje sin rebuscamientos y sin grandes artificios.
La poeta logra expresar sus ideas con una poesía en prosa que bien soporta la
partición para convertirse en versos. A veces son monólogos con una segunda
persona amada, la cual estando lejos, en el poemario se refleja su cercanía,
con pasión, ternura, furia y deseo. En el poema “Alucinando”, encontramos los
versos: “Porque es así / con furia que arrecia te deseo / con miedo a perderme
te aparto de mi / y con ganas de que estés a mi lado / siempre”.
Previo está el acto de conquista, como una etapa
natural con ribetes morales entre una pareja: “Sería fácil/ tratar de
conquistarte / con las leyes humanas”. Esa
manera de querer cimentada en valores inculcados desde la familia.
En esa etapa se muestra la pasión natural de lo no
poseído y el estado de “locura “de los enamorados: “Sería fácil entregarme/
solo al susurro de tus palabras”.
Como en casi todos los casos de una relación amorosa,
expresada a manera de versos, se evocan todos los momentos: los alegres, los
tristes, los pasionales, los tiernos, los sugestivos, y otros tantos más de la
misma naturaleza. En el poema “Roca o mariposa”, leemos: “Que esta inspiración /
que aún es tierna / permanecerá en el
tiempo / a pesar de las heridas / que hoy han sido abiertas”. Como se aprecia,
es una etapa difícil de la relación, a todos nos pasa, donde a pesar de las
dificultades o los problemas, la “inspiración sigue siendo tierna”. Envuelve este verso el perdón, la tolerancia,
y ese sentido de fidelidad al sentimiento profeso.
No vayamos lejos, la poeta se entrega a su deseo, a
liberar sus pasiones que parecen retenidas desde lo social, como sucede en el
poema, “Besos inagotables”. Veamos: “Mil besos que te digan que te quiero / mil
besos que te digan que te extraño / mil besos que te digan que te espero /
besos que duelen / por la cruel distancia que nos separa”. En este último verso, la poeta lo deja claro
todo: el ser amado se encuentra lejos y lo separa la distancia. Esos besos se
pueden resumir en uno solo, y en él van todos los besos del mundo: “Un beso /
único beso profundo eterno / un beso que trascienda el universo / un beso que
detenga el tiempo / y allí estaré / solo tuya”.
Como se aprecia es la expresión de la entrega, de la
pasión en torrente. Parecieran estos versos como si fueran escritos en el
fragor de la adolescencia, para el amor primero, con la concepción cultural de
que solo existe en la vida el amor único y de ahí para allá que entre el mar.
La historia no acaba ahí, no estamos hablando de una
relación amorosa e ideal, no. Hablamos de una relación amorosamente humana,
donde en cualquier momento todo se desploma, como aparece en el poema: “Me
cansé de ti”, cuando dice: “No me dejaré arrastrar hacia el abismo / no caeré
en el juego mortal de tu seducción / me trastorna tu egoísmo / pero mi instinto
será mayor”.
En el libro encontramos amor, indiferencia,
sufrimientos, esperanzas, soledades, preguntas, respuestas, ante el acto de
amar. Todo esto y mucho más, está contenido en el libro “Mente y Alma”. Estos
versos traen consigo su carga: “El frío del invierno no se compara / a la
indiferencia que observé en tu mirada / la soledad de la noche no se asemeja /
ni a la distancia ni al silencio que existe entre los dos”.
En fin, en este poemario, le lector encontrará una
gama de pensamientos y sentimientos, expresados con una inspiración enamorada.
Les invito a que lean “Mente y Alma”, como muestra
poética de una mujer que hizo un desdoblamiento poético para traernos uno
versos que pueden evocarnos momentos de nuestra vida personal. Es un canto al
amor y la pasión una catarsis para sobrevivir a la distancia que la separa de
su ilusión. Es una declaratoria de amor,
que nos envuelve y que nos toca.
Felicito a María de los Ángeles Méndez Roso, por su
obra. Nos confirma que los azuanos, aunque estemos lejos llevamos la poesía por
dentro.
Muchas gracias.
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