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miércoles, 13 de septiembre de 2017

Partidos politicos y participación


PURAMENTE PUEBLO : No.1
Por Virgilio López Azuán

Parece que el problema está en la sociedad política, que mucha gente no cree en ella. Hay muchas malas muestras en el pueblo dominicano para pensar así. Sin embargo, la única vía de acceso al poder político es por medio de la sociedad política, según la Constitución.


Los partidos suelen estar cuestionados en el país, los grandes y los chiquitos; los derechitos y los "zurdosos". Cuando un grupo de la sociedad civil (SC) asume aspiraciones a puestos políticos, allí mismo pierde su filosofía de servicio civil. Hay algunos políticos que ocultan sus rostros utilizando la lucha en el seno de la SC y luego dan la patada. Mejor es asumirlo directamente desde los partidos, sin máscaras. En definitiva quienes hacen los partidos son los miembros y los dirigentes de esas agrupaciones y deben luchar para cambiar esas estructuras y sus acciones en favor del pueblo. No conozco a ningún grupo de Boys Scout que gane elecciones, ni tampoco ninguna organización comunitaria, ni un club deportivo, ninguna fundación caritativa o el grupo de la iglesia de la esquina. En definitiva, o apoyan a un partido, o negocian, o simplemente se quedan fuera protestando y quejándose desde afuera. ¡Claro! Tendrían participación y hasta ganarían las elecciones con sus fuerzas detrás o encima del escenario como ha pasado con gobiernos de empresarios, de iglesias, o grupos equis. Las organizaciones políticas en países de construcción democrática, son los espacios sociales de donde salen los presidentes, senadores, diputados, alcaldes, regidores; (por otra vía son abortos o negocios) que en definitiva son los que manejan los dineros del pueblo. Lo malo es que la sociedad crea gentes acomodadas que no bajan al pueblo, no hacen política ni se ensucian los calzones y desde las gradas quieren cambiar el país. También, la sociedad crea ese sentimiento pesimista y de incredulidad en ciertas personas, arrastrados en sus propias frustraciones.

El descreimiento enfermo en la gente y sus organizaciones es producto de una subcultura de dominación, enajenación y discriminación. Cuando el individuo humano pierde la esperanza en todo o casi todo, la sociedad también pierde la esperanza. Es bueno saber que el gran Martin Luther King, sabía lo que era la sociedad civil y los derechos de la gente, lo mismo que Malcom x. Sus luchas generaron un cambio de paradigmas en las acciones políticas de todo el mundo occidental. Ellos sabían lo qué era la sociedad civil y la sociedad política. Ellos sabían las diferencias entre una y otra. La lucha de nuestro país y la de Azua en sentido particular, no es solo la lucha de un grupo de ciudadanos que trabajan en pos de algo, la lucha va más allá de ahí; de un cambio de visión, actitudes y acciones transformadoras. No es la lucha de un solo color, es una lucha titánica, sin descalificación, por visión, afiliación y apasionamiento. Estamos en una sociedad de complejidades y como seres fronterizos debemos construir nuestros espacios con valores y fortaleza espiritual; sobre todo creyendo que podemos ser "mejorables". Es la hora de que el país y los azuanos comprendamos que no ganamos nada censurando, opacando, o desalentando iniciativas. Cuando un pueblo decide cambiar no hay fuerza que lo impida, ni el mismo pueblo, porque en él resucita.

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