22 h ·
NO ENTIENDO...MEJOR DICHO ENTIENDO.
Ellos; uno el poeta, catedratico, rector; es mas poeta laureado; mi contemporaneo, compoblanos; y por ahi vecinos de adolescencia; no se que quiero decir, digo; es mas y hasta los lentes me quito. Y digo que busca, que ganaria el rector Lopez Azuan con una respuesta? El otro; que no es Otro; un Czar que sabe y domina los rincones del oficio de las letras; yo, como no soy ni jamas lo deseria ni llegaria a ser parte de las epicas letras dominicanas; he dicho que a ese periodista y escritor tan odiado sino hay que seguirle los pasos, por lo menos leerlo y luego UNO debe mirarse al ESPEJO. Ya se lo que quiero decir y me lo dijo Augusto Roa Bastos: "Nadie quiere oir ni ver su verdad intima". MIERDA, me parezco al genio Pedro Antonio Valdez. (Copiado textualmente)
Ellos; uno el poeta, catedratico, rector; es mas poeta laureado; mi contemporaneo, compoblanos; y por ahi vecinos de adolescencia; no se que quiero decir, digo; es mas y hasta los lentes me quito. Y digo que busca, que ganaria el rector Lopez Azuan con una respuesta? El otro; que no es Otro; un Czar que sabe y domina los rincones del oficio de las letras; yo, como no soy ni jamas lo deseria ni llegaria a ser parte de las epicas letras dominicanas; he dicho que a ese periodista y escritor tan odiado sino hay que seguirle los pasos, por lo menos leerlo y luego UNO debe mirarse al ESPEJO. Ya se lo que quiero decir y me lo dijo Augusto Roa Bastos: "Nadie quiere oir ni ver su verdad intima". MIERDA, me parezco al genio Pedro Antonio Valdez. (Copiado textualmente)
José
Carvajal, persona que no conozco, anunció en el mes de febrero de
este año que el mundo literario dominicano se estremecería por las críticas que
le haría al autor y al libro “SUMER: poética de los números”, obra
ganadora del premio único de literatura de FUNGLODE 2013. Después de tanto
tiempo y que nadie le hiciera caso a sus opiniones, quien escribe Virgilio
López Azuán (autor de la obra) le tiene unas palabritas. A todos les pido que
no se desesperen, pero estén atentos, las palabritas van… Puede ser mañana,
pasado mañana, dentro de un mes o un poco más. Pero por nada se las pierdan…
¡Para divertirnos en año nuevo!
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Comentarios
Virgilio López Azuán Mi amigo de
adolescencia, R.A. Ramírez-Báez, mi entrañable amigo “Guajiro” como te decíamos
en la cancha de basquetbol del liceo en Román Baldorioti Castro en Azua;
también conservo el comentario que hiciste para la fecha, el cual me resultó sorprendentemente
documentado e interesante, pero sobre todo revelador de que seguiste las ideas
del crítico, no las tuyas, que siempre han sido tan punzantes, certeras,
nutritivas, rebeldes, caóticas, líricas y aleccionadoras para mí.
Esto me va a gustar más de lo que yo imaginaba. Ganar, nada; ofrecer, todo lo que pueda. Porque como decía Augusto Roa Bastos, al que acabas de citar: "Nadie quiere oír ni ver su verdad intima". La verdad de Roa Bastos posiblemente era la voz interior que subyace en los recónditos lugares donde están los insondables misterios del ser. No aquella que se mira desde las miopías que circulan entre callejas, se para en las esquinas, limpia los cristales de sus lentes para ver sus propios paisajes obtusos en la maravilla de la creación que es la palabra como la definían antiguamente. Hasta pronto amigo.
Esto me va a gustar más de lo que yo imaginaba. Ganar, nada; ofrecer, todo lo que pueda. Porque como decía Augusto Roa Bastos, al que acabas de citar: "Nadie quiere oír ni ver su verdad intima". La verdad de Roa Bastos posiblemente era la voz interior que subyace en los recónditos lugares donde están los insondables misterios del ser. No aquella que se mira desde las miopías que circulan entre callejas, se para en las esquinas, limpia los cristales de sus lentes para ver sus propios paisajes obtusos en la maravilla de la creación que es la palabra como la definían antiguamente. Hasta pronto amigo.
Luis Terrero Melo Un libro bien
logrado, se defiende solo, de lo contrario el autor no hizo su trabajo.
R.A. Ramirez-Baez Luis Terrero Melo... por ahi anda la troika. Para ser mas directo. El poeta Lopez Azuan se ha convertido en abogado defensor de su obra. Y quiero decirle publicablemente al laureano poeta azuano que yo jamas hablaria por el escritor Jose Carvajal. Es mas puedo estar seguro de haber leido mas obras que los dos juntos. De tal manera que tenemos de diferencias el idioma ruso: una lengua capital de la literatura universal. En la lengua de Tolstoi no solo puedo leer libremente sino que escribo cualquier texto. El ingles se lo dejo a Carvajal. Asi que por ideas por creativad mucho menos dedicacion en este oficio quedaria corto. Lo unico que YO jamas extenderia una mano para recibir un premio dominicano. Es mas no me creo merecedor de un reconocimiento dominicano.
Virgilio López Azuán Gracias señor
Luis Terrero Melo. Estoy totalmente de acuerdo con su opinión, es la misma que
sostengo: la obra debe defenderse sola. Eso no tiene discusión. mejor
pregúntenles a los huesos de Cervantes y Saavedra, sobre su obra el “El
ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha”, o para no ir tan atrás y
quedarnos en el patio latinoamericano, la lucha que le dio a Gabriel García
Márquez para publicar la novela “Cien Años de Soledad”, y estas obras “hablaron
solas”, “se defendieron solas”. Bien por usted, señor Terrero.
POR OTRO LADO.
Pero fíjense como son las reacciones humanas. Apenas dije que le tenía “unas palabritas” como respuesta al comentario que hiciera José Carvajal de la obra “Sumer: poética de los números”, obra ganadora del premio FUNGLODE de poesía 2015, y ya salen los comentarios y las suposiciones acerca de lo que ni siquiera he escrito. Lo primero es ¿Quién dijo que en mis “palabritas” defendería mi obra? ¿Quién dijo que enfrentaría al señor José Carvajal por la libertad que tiene de expresarse como quiera de una obra, un hecho u otra cosa que él ha querido comentar? ¿Quién dijo que estaría haciendo pulso con ninguna persona para tumbarlos de sus pedestales? ¿Qué pena que no aprendamos de las viejas culturas, como la tolteca, que nos recomienda “Nunca hacer suposiciones”, adoptando un acuerdo personal forjador de conciencias éticas y valores ancestrales? ¿Saben acaso si las opiniones del señor José Carvajal han sido más estimulantes que frustrantes o más frustrantes que estimulantes? ¿Saben mis lectores que pretendo decir con esa respuesta al señor José Carvajal? ¡Claro! Han visto en el anuncio frases como “después de un año”, “porque nadie le hizo caso”, “por nada te lo puedes perder”, se han encendido los demoníacos fuegos del ego humano.
La riqueza de nuestro idioma español, su capacidad para producir efectos multívocos, pudieron haber traicionado algunos de mis lectores. Parece que conseguí lo esperado, llamar la atención con una técnica propia del mundo publicitario. ¿A quién no le hicieron caso? ¿A José Carvajal o a lo escrito por él sobre el jurado y la obra premiada? La cultura tolteca, para no salirme de ahí, nos enseña que “No tomar las cosas a título personal” ni para bien ni para mal. Lo escrito por el autor Carvajal es “otra película”, su propia película, con su estampa y su peculiaridad, con sus valores e infravalores, con sus luces y sus sombras; quizá más luces que sombras.
PARA “EL GUAJIRO”
Mi ignorancia sobre el ruso, el inglés y demás idiomas aromáticos, mis 12 libros leídos en toda mi vida, no me permiten competir con la monumental cantidad de libros leídos por Ramírez-Báez, “El guajiro”, como le decíamos cuando éramos muchachos. No, no podría acercarme a la portentosa erudición que derrama con sus palabras.
MÁS CERCA.
No, nunca voy a compararme contigo “guajiro”. ¿Sabes? Te contaré una historia: cuando éramos adolescentes recuerdo que leías y hablabas sobre Cuba y su proceso revolucionario, -creo que también te decían “El cubano”- y tú eras un “diablón”, en esos temas, como lo eras jugando baloncesto. Para el juego te ayudaban tu tamaño, tu entusiasmo y sobre todo el ímpetu batallador que te caracterizaba. Para entonces yo era un muchacho “flacurucho”, que apenas me daban chance para jugar en la cancha. Tú nos inspirabas, por tus habilidades, tus palabras y temperamento contestatario. Eso lo guardo con mucho afecto para siempre. Sin ningún interés de emular.
Ah, nunca olvidaré tu capacidad para hacer alardes de esos talentos. Y ¿Sabes una cosa? Para entonces leí una frase que decía que “era más provechoso dedicarle un minuto a la meditación, que leer mil libros de filosofía”. De verdad, eso cambió mi vida. Medito más de lo que leo.
Fue para entonces que dejamos de tratarnos. Tú te fuiste para Rusia, Estados Unidos y otros países, y fíjate el tremendo intelectual que te has dado ¡Qué grande eres! Me gustaría decir que me siento orgulloso de ti, pero la palabra orgullo no la tengo ni en mi diccionario, ni en mi formación y comportamiento.
Pero de verdad, he tenido el placer de leer algunas de tus obras y me han resultado interesantes. Es más, creo que Tolstoy, que sí era orgulloso, también diría lo mismo que yo si estuviera vivo.
Sigamos a los toltecas, no lo tomemos a lo personal, y es así que sea para aportar algo a nuestros lectores.
POR OTRO LADO.
Pero fíjense como son las reacciones humanas. Apenas dije que le tenía “unas palabritas” como respuesta al comentario que hiciera José Carvajal de la obra “Sumer: poética de los números”, obra ganadora del premio FUNGLODE de poesía 2015, y ya salen los comentarios y las suposiciones acerca de lo que ni siquiera he escrito. Lo primero es ¿Quién dijo que en mis “palabritas” defendería mi obra? ¿Quién dijo que enfrentaría al señor José Carvajal por la libertad que tiene de expresarse como quiera de una obra, un hecho u otra cosa que él ha querido comentar? ¿Quién dijo que estaría haciendo pulso con ninguna persona para tumbarlos de sus pedestales? ¿Qué pena que no aprendamos de las viejas culturas, como la tolteca, que nos recomienda “Nunca hacer suposiciones”, adoptando un acuerdo personal forjador de conciencias éticas y valores ancestrales? ¿Saben acaso si las opiniones del señor José Carvajal han sido más estimulantes que frustrantes o más frustrantes que estimulantes? ¿Saben mis lectores que pretendo decir con esa respuesta al señor José Carvajal? ¡Claro! Han visto en el anuncio frases como “después de un año”, “porque nadie le hizo caso”, “por nada te lo puedes perder”, se han encendido los demoníacos fuegos del ego humano.
La riqueza de nuestro idioma español, su capacidad para producir efectos multívocos, pudieron haber traicionado algunos de mis lectores. Parece que conseguí lo esperado, llamar la atención con una técnica propia del mundo publicitario. ¿A quién no le hicieron caso? ¿A José Carvajal o a lo escrito por él sobre el jurado y la obra premiada? La cultura tolteca, para no salirme de ahí, nos enseña que “No tomar las cosas a título personal” ni para bien ni para mal. Lo escrito por el autor Carvajal es “otra película”, su propia película, con su estampa y su peculiaridad, con sus valores e infravalores, con sus luces y sus sombras; quizá más luces que sombras.
PARA “EL GUAJIRO”
Mi ignorancia sobre el ruso, el inglés y demás idiomas aromáticos, mis 12 libros leídos en toda mi vida, no me permiten competir con la monumental cantidad de libros leídos por Ramírez-Báez, “El guajiro”, como le decíamos cuando éramos muchachos. No, no podría acercarme a la portentosa erudición que derrama con sus palabras.
MÁS CERCA.
No, nunca voy a compararme contigo “guajiro”. ¿Sabes? Te contaré una historia: cuando éramos adolescentes recuerdo que leías y hablabas sobre Cuba y su proceso revolucionario, -creo que también te decían “El cubano”- y tú eras un “diablón”, en esos temas, como lo eras jugando baloncesto. Para el juego te ayudaban tu tamaño, tu entusiasmo y sobre todo el ímpetu batallador que te caracterizaba. Para entonces yo era un muchacho “flacurucho”, que apenas me daban chance para jugar en la cancha. Tú nos inspirabas, por tus habilidades, tus palabras y temperamento contestatario. Eso lo guardo con mucho afecto para siempre. Sin ningún interés de emular.
Ah, nunca olvidaré tu capacidad para hacer alardes de esos talentos. Y ¿Sabes una cosa? Para entonces leí una frase que decía que “era más provechoso dedicarle un minuto a la meditación, que leer mil libros de filosofía”. De verdad, eso cambió mi vida. Medito más de lo que leo.
Fue para entonces que dejamos de tratarnos. Tú te fuiste para Rusia, Estados Unidos y otros países, y fíjate el tremendo intelectual que te has dado ¡Qué grande eres! Me gustaría decir que me siento orgulloso de ti, pero la palabra orgullo no la tengo ni en mi diccionario, ni en mi formación y comportamiento.
Pero de verdad, he tenido el placer de leer algunas de tus obras y me han resultado interesantes. Es más, creo que Tolstoy, que sí era orgulloso, también diría lo mismo que yo si estuviera vivo.
Sigamos a los toltecas, no lo tomemos a lo personal, y es así que sea para aportar algo a nuestros lectores.
R.A. Ramirez-Baez Insolito.
Increible. Sepultura y figura hasta la tumba. He aqui lo que el matematico ruso
Lovochestki haria con los nacidos y crecidos en esa region del infierno que
Creonte llamo Azua. No acudo a Euclides porque se perderia entre parvulos que
merodean en la Playa Monte Rio. El libro mencionado que es supuestamente
sobre esas regiones siderales de los numeros, no sostiene sus propositos; su
laureado autor y catedratico se encuba en esos ritos peyorativos tan aromados
en una ciudad que veia en nosotros los campesinos sus taras que no podian
ocultarlas y nos las arrojaban en plenos rostros. Y el lector de estas lineas
notaras que en la recomendacion de Lavochestki no he usado el termino
"amigo". Ese lastre peyorativo jamas me inclinaria a competir; esa
vena ya venia de la ferrea disciplina parterna. Pero, si afirmo que ningun otro
estudiante de Azua, mas bien de la metropolis, jamas supero mis calificaciones.
Y por tanto hasta que yo sepa soy uno de los muy pocos dominicanos beca Lenin,
graduado con diploma ROJO: Summa Cum Luade. Es demas, doy credito a sus ribetes
pecaminos y peyorativos. Por fin, los de las metropolis sirvieron para algo. En
cuanto a Lavotcheski le suguiero docto academico que entre esas
"palabritas" suyas no deje de dar una lecturista al matemtico ruso.
Asi somos los rusos: sostenos lo que escribimos sin viajar a los insondables
oceanos del menosprecio. No he querido referirme a su obra laureada. Ya
Carvajal escribio lo suficientemente claro. Sencillamente, usted como poeta ni
como investigador sobre hizo su TAREA. Y ademas los que otorgaron dicho premio
que si son unos limpiasacos de la politica, bien debieron dar la cara. Pero es
que para hablar de numeros hay que ver a Kevin Kostner: Danzar con los osos. Y
su danza si quedo pero muy corta. El matematico ruso me ha comunicado via
texto: "El rector Lopez Azuan no esta debidamente documentado para hecer
esa ensalada con los numeros". Que desgracia los rusos me quisieron meter
en la cabeza que yo podria ser hijo adoptivo de Lavochesti. Pero campesio al
fin, segui la ruta de Tolstoi. Me acaba de llegar otro mensaje via texto:
"En la obra del poeta Lopez Azuan hasta el afeminado de Euclides murio
ahogado en Monte Rio. Autopsia. Envenenado por una raiz cubica".
Stolietov, envia este mensaje en un Blackberry desde la Siberia. Como los rusos
si que me lavaron bien el cerebro; acudo a mi otro PADRE; que conste que de
este padre mio hasta la espilepsia creo haber heredado: "hay que prendido
de un sentimiento muy mezquino para acudir a ribetes peyorativos sin uno
ronrorjarse". Fedor Dostoeski, mi venerado PADRE. I zaconchil boteta
irunda. Dio por terminada esta VAINA. FELIZ 2016, amigo Virgilio.
Virgilio López Azuán No se “raje”
señor Summa Cum Laude. Esto no ha terminado, espere su respuesta. Ahora es que
esto empieza aunque lo hagamos en su propia cancha. Recuerde que me crié entre
espinas, cayucos y guasábaras y que “arte soy entre las artes y en los montes,
monte soy”. Hoy no me “voy pa’l pueblo”, me quedo en los montes. Hoy la
diplomacia es una prostituta debajo de un poste del tendido eléctrico, a las
doce de la noche, esperando al primero que pase y le pague. Me voy para los
inframundos de la arrogancia y la vanidad humana, me voy para los fuegos
portando mi peto de azuano tirapiedras, no de ruso ilustrado. Hay un grupo de
“intelectuales” de la diáspora que maldicen a su país, que odian a su país y a
su gente. Hay quienes odian a los escritores, a los buenos y a los malos, son
superdotados, portadores de las ínfulas y trajes sacramentales de una sociedad
podrida en esencia y ética, a la cual no quiero pertenecer.
Un día mi padre., al cual usted conoció, me dijo que yo era una persona inquieta y a veces “incisiva”. Descubrí que no solo soy incisivo, también soy canino y molar. También me dijeron que era una persona noble, servicial y despierta. Esto último trato de creérmelo a cada momento. Sin tener trastorno bipolar, sin estar arropado de la presunción, que suele llevar a la esquizofrenia, sin ser más que “una criatura del universo”, le digo a usted señor Summa, que es mejor utilizar el talento para servir a los demás.
No creas que quedé impresionado con los nombres y pensamientos rusos que cita como forma de hacer alardes de su erudición. No señor. Algo falta, algo falla y usted lo sabe. Lamento no tener su talento para descubrirlo.
Hoy, estuve conversando con un amigo de su padre, el recordado Ramón, o Ramón Policía, como le conocían sus allegados, y precisamente tratábamos sobre aquellos momentos en que él leía los escritos políticos del Partido de la Liberación dominicana en sus folletitos. A él le gustaba mucho los temas de las “Encomiendas” y los señores encomenderos. ¡Qué buenos aquellos tiempos de formación! Eran inspiradores y hoy esos conocimientos son utilizados para avasallar, por los buenos y por los malos, por la falsa intelectualidad y por los arrogantes de plazuelas. ¡Qué pena! ¡Ojalá usted se haya zafado de eso!
No se “raje” señor Summa, porque no sé si llamarle “amigo” después del desprecio personal manifiesto a mi persona y a mi pueblo. Lo de mi persona lo tolero, lo de mi pueblo no. Me siento honrado de ser de estas tierras llenas de cayucos, y espinas, donde la flor de maguey, crece hermosa y simboliza la fuerza de nuestro carácter en medio de tanta aridez y acritud.
Usted puede acabar con la obra premiada, con mi persona y con los jurados; puede acabar con el pueblo y el país, con Dios y con el Diablo. Pero no podrá acabar con la poesía, ni con la fuerza que nos impulsa a creer en la gente, incluyéndolo a usted.
Por suerte la poesía, mi obra literaria en sentido general, es mía cuando la tengo dentro de mi mente, espíritu y emociones. Después que las escribo no me sirve de nada, porque el momento creativo es lo que vale, no las lisonjas y los caprichos de eruditos e ilustrados, de resentidos y renegados. Por eso aunque no confirmo que Antonio Machado fuera sincero al decir “Nunca perseguí la gloria/ ni dejar en la memoria de los hombres mi canción”. Yo hago mío esos versos. Ex corde.
Un día mi padre., al cual usted conoció, me dijo que yo era una persona inquieta y a veces “incisiva”. Descubrí que no solo soy incisivo, también soy canino y molar. También me dijeron que era una persona noble, servicial y despierta. Esto último trato de creérmelo a cada momento. Sin tener trastorno bipolar, sin estar arropado de la presunción, que suele llevar a la esquizofrenia, sin ser más que “una criatura del universo”, le digo a usted señor Summa, que es mejor utilizar el talento para servir a los demás.
No creas que quedé impresionado con los nombres y pensamientos rusos que cita como forma de hacer alardes de su erudición. No señor. Algo falta, algo falla y usted lo sabe. Lamento no tener su talento para descubrirlo.
Hoy, estuve conversando con un amigo de su padre, el recordado Ramón, o Ramón Policía, como le conocían sus allegados, y precisamente tratábamos sobre aquellos momentos en que él leía los escritos políticos del Partido de la Liberación dominicana en sus folletitos. A él le gustaba mucho los temas de las “Encomiendas” y los señores encomenderos. ¡Qué buenos aquellos tiempos de formación! Eran inspiradores y hoy esos conocimientos son utilizados para avasallar, por los buenos y por los malos, por la falsa intelectualidad y por los arrogantes de plazuelas. ¡Qué pena! ¡Ojalá usted se haya zafado de eso!
No se “raje” señor Summa, porque no sé si llamarle “amigo” después del desprecio personal manifiesto a mi persona y a mi pueblo. Lo de mi persona lo tolero, lo de mi pueblo no. Me siento honrado de ser de estas tierras llenas de cayucos, y espinas, donde la flor de maguey, crece hermosa y simboliza la fuerza de nuestro carácter en medio de tanta aridez y acritud.
Usted puede acabar con la obra premiada, con mi persona y con los jurados; puede acabar con el pueblo y el país, con Dios y con el Diablo. Pero no podrá acabar con la poesía, ni con la fuerza que nos impulsa a creer en la gente, incluyéndolo a usted.
Por suerte la poesía, mi obra literaria en sentido general, es mía cuando la tengo dentro de mi mente, espíritu y emociones. Después que las escribo no me sirve de nada, porque el momento creativo es lo que vale, no las lisonjas y los caprichos de eruditos e ilustrados, de resentidos y renegados. Por eso aunque no confirmo que Antonio Machado fuera sincero al decir “Nunca perseguí la gloria/ ni dejar en la memoria de los hombres mi canción”. Yo hago mío esos versos. Ex corde.
R.A. Ramirez-Baez Virgilio López Azuán...ya
he dicho que estas seran mis ultimas lineas: soy como el zandalo que en su
gloria perfuma el hacha que me hire....de nuevo reitero: usted es buen poeta
pero el juego de los numeros require de un misterio que usteddesconoce. Y mucho
peor aun: senor POETA, usted no dominina y sus conocimientos resaltan
lastimosamente muy limitados. Creame para que usted hablar conmigo de numeros,
tendrian que viajar al Olimpo de Lavochestki. Y esto, lo doy por terminado. Un
abrazo.
Virgilio López Azuán “ Si solo haces
lo que la gente espera de ti, quiere decir que no tienes vida propia”
José Carvajal.
José Carvajal.
Virgilio López Azuán Ahora si
terminamos
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