Por Virgilio López Azuán
El Colegio Médico Dominicano –CMD-,
los gremios de enfermería y bioanalistas vienen realizando una serie de paros
parciales y generales en el país, en reclamo de reajuste salarial, el
equipamiento de los hospitales y otras demandas reivindicativas. En un análisis
anterior critiqué esos paros los cuales califiqué de insensatos, porque
coinciden con la declaratoria de la Organización Mundial de la Salud de una
vigilancia mundial por el avance del virus del Zika,que relaciona casos de
microcefalia y otros trastornos neurológicos en algunas zonas afectadas, y por
los casos de Dengue registrados, causantes de decenas de víctimas.
También,
porque se estaba en un periodo electoral y se podía confundir la lucha con
asuntos políticos partidaristas lo cual desacreditaría más el método, amén de
que el presidente del -CMD- solo veía en la huelga el único camino para
alcanzar sus objetivos en perjuicio de las grandes mayorías de personas pobres.
Esto no quiería decir que los galenos, los bioanalistas y el personal de
enfermería no ameritaran la mejoría sustancial de sus salarios que por demás son de
los más bajos de la región.
Dentro
de las demandas de los gremios, aunque como algo secundario, está el equipamiento
de los hospitales y la mejoría de los
servicios de salud. Y es aquí donde quiero detenerme de forma particular: El
Hospital Regional Taiwán de Azua necesita que todos los sectores vayan en su
auxilio de manera inmediata. Decenas de denuncias radiales y voces de pacientes
se alzan por todos lados reclamando por el estado de insalubridad del hospital, donde
las ratas, las curianas y las cucarachas hacen carnavales en las salas de los
pacientes, en los sanitarios, en los pasillos y en otras áreas.
Denuncian
también hasta la falta de hilo para suturar heridas, gasas, calmantes y
medicamentos en sentido general. También hablan de la falta de médicos
especialistas, la falta de atención a los pacientes en sentido general y la
desidia de las autoridades en darle solución a los problemas hospitalarios.
En
sentido particular los servicios en el
Hospital Regional Taiwán de Azua en el área de ginecología rayan en inhumanos
por la inexistencia y la deficiencia de salas de cirugía y de cuidados
intensivos.
Da
pena que exista una estructura física construida hace varios años para albergar
un banco de sangre que tanto hace falta en la región y que todavía no ha podido operar por falta de gestión política y comunitaria.
Siendo
este hospital de carácter regional, con una cobertura para más de un millón de
personas, es lamentable que las áreas de ortopedia, perinatología, ginecología
y otras especialidades sencillamente operen con pasmosas deficiencias o no
existan.
La
falta de equipos tecnológicos para análisis sencillos brilla por su ausencia. Y
eso impacta negativamente el nuestro pueblo.
Es
importante la construcción de un hospital traumatológico en Azua debido a la
gran cantidad de personas de la región que sufren accidentes de tráfico y
laborares. También, ampliar la cantidad de cirujanos que asisten a los
pacientes traumados.
Es
de rigor hacer un plan de desarrollo de la salud en la provincia de Azua,
activar el consejo provincial de salud con carácter institucional y hacerlo
operativo.
Las
medidas de prevención sanitaria deben ser parte de la agenda provincial donde
se incluya el reforzamiento de la educación en salud, la promoción, divulgación
y orientación de la ciudadanía sobre cómo evitar los focos infecciosos en las
casas, en las calles y en las áreas a cielo abierto.
Es
necesario movilizar la sociedad azuana y al gobierno para que rescatar el Hospital
Taiwán, sacarlo del abandono y no dejar sola a la dirección del mismo porque
con esas precariedades económicas con que se maneja esa institución, ni que venga del cielo el gerente, podrá realizar
una buena administración.
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