AUTOR: VIRGILIO LOPEZ AZUAN
Fuego que arde entre las hojas y las flores, entre ondas y milpas. Huye el Edén de necios y se arriesgan la certeza y sus alhajas. Oh, marinero de cimas y cuesta abajo, de amigos y barbas, de pelos y petos. Oh, marinero, casto descastado, habrás volado desde el fondo del pozo, desde la sima y sus arrobos. Bienaventurados tus demonios que se tornaron en príncipes y maniquíes, con palacios y adoquines, con estatuas de yeso y sal, con orugas en las corolas. Oh, marinero, o marinero del Oh, dónde está la resina de fuego, lo que ha quedado de las mudanzas. Lleva tus collares, lleva la cruz y tus infiernos, lleva la máscara, el jade de tu pelo. Ya se ríe la luz y la tos se hace ruido en los árboles de la isla, ya los mitos han volado los sueños del metal. Los fantasmas no descansan en los trapiches, en la espiga de la caña, en las casas coloniales. Por qué no se llevan el miedo a otra parte, porque en la danza de verano tomaremos por asalto la gloria y el deseo. Hallarán estambres y pistilos, el prisma y los seseos, los perros y las termitas, el humo de los dedos al toque con las cuerdas de antros y vilezas. Ya se abrieron las puertas y el fuego se esparce en los caminos, en las callejas, en las guadañas. Dejas que las gotas, los chubascos, y el agua se lleven el olor de la música y los Caribes vengan en el beso de las islas. Con pasos lentos y el floreo de cibucanes, con el grito de los peces en las calabazas, con los dedos al roce, con los dientes y los platinos, con la música y las tabernas, quizás volverá la danza de las llamaras, la pasión danzaria, la pasión del fuego, y en la rosa del quinto infierno, volverá La máscara de la Imago, a este Orbe per verso. Todos sabemos del Crimen verde, de las cenizas del querer y el color rojo del amor en los encuentros de las naves.
.jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario