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sábado, 28 de enero de 2012

ARTICULO ENERO 2011


Estos “temblores de tierra”


Por Virgilio López Azuán
Presidente Academia Sureña de Ciencias

En la isla Hispaniola existen fallas geológicas activas, que producen sismos constantemente, y en los últimos días la población ha sido testigo no de pequeños movimientos telúricos, sino también de algunos que hasta nos han levantado de la cama. Por suerte estos sismos de pequeñas y medianas escalas no alcanzaron la magnitud suficiente para provocar víctimas humanas ni daños estructurales de consideración.
Un estudio reciente realizado en los Estados Unidos ha divulgado el peligro que se cierne sobre la isla por esta constante actividad sísmica. Declaran que puede en cualquier momento verificarse un evento de gran magnitud que ponga en riesgo muchas vidas. Y esta declaración no es nueva, hace muchos años que expertos dominicanos en esa materia vienen alertando a las autoridades y la población del riesgo que padecemos.
Este tema me remonta al año 1984 cuando la desaparecida Asociación de Profesionales Azuanos, APROA-, solicitó al sismólogo, profesor de la USAD, Licdo. Roger Acosta, a que realizara un curso sobre sismología en Azua. Los mentores de esta actividad fueron: Ramón Arturo Melo Sánchez, Isaura Andújar, Miguelina Bonilla, Eddy Perdomo, quien suscribe, y otros destacados profesionales. El licenciado Acosta abordó temas interesantes plasmados en su libro sobre sismología, y explicó una por una las fallas geológicas de la isla, principalmente las que afectan a la ciudad de Azua y a la Bahía de Ocoa, esta última que sería capaz de partir “El Número” en dos.
Recuerdo que se alertó sobre hacer simulacros en las escuelas, en las oficinas publicas, en los mercados y en otros lugares de interés. Se pensó elaborar un plan con el Cuerpo de Bomberos de Azua, la Cruz Roja y la Defensa Civil para iniciar una campaña de concientización sobre como actuar antes y después del sismo. Sin interés de criticar negativamente, ese proyecto no pasó del adiestramiento, no se realizaron las actividades propuestas. Ya en los años 90s desapareció APROA y nadie más habló del tema, o por lo menos no se habló en círculos institucionales, porque de manera privada tengo la constancia de que siempre han existido personas preocupadas por los sismos.  Ni siquiera el terremoto del 12 de enero del 2010 que cobró más de 200 mil víctimas al hermano pueblo haitiano ha movido a personas e instituciones a la realización de actividades de manera sistemática para enfrentar este tipo de catástrofe.
En este momento, la ciudadanía es víctima de una especie de pánico por los sismos, “temblores de tierra”, ocurridos recientemente, y pongo “temblores de tierra” porque Roger Acosta nos enseñó que realmente no existen los llamados “temblores de tierra”, que existen los sismos, no importa la magnitud. Creo que eso de “temblor de tierra” es una magnífica metáfora para amortiguar los temores.
Bueno, no me quiero desviar, lo cierto es que se hace pertinente una iniciativa, nacional y local desde el gobierno y los ayuntamientos para que nos preparemos en materia sísmica, lo mismo en materia de huracanes, pues estamos expuestos a estos fenomenitos naturales y debemos convivir con esta exposición. Que nadie se haga el “chivo loco” y no le ponga interés a estas advertencias, la naturaleza nos juegas sus cartas inesperadas. Y sin ánimo de alarmar, tenemos que estar preparados, porque como puede suceder un sismo dentro de cien años, también puede suceder en ahora mismo.

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