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viernes, 26 de marzo de 2010

POESÍA


Parada
 Autor: VIRGILIO LOPEZ AZUAN
POESÍA DEL EFLUVISMO

Traigo barcos de todos los mares, parado a la cinco en punto estoy, con Lorca en las manos. Vengo con mis mares, regreso de medias noches a dos metros del olvido y me apresuro en descubrir las ciudades, y toco mi suerte esta tarde sin alcoholes. Vengo de los mundos, de todos los mundos inocentes y juncos delirantes. Y traigo flores de cristales, verdes y azules como el último llanto. Estoy en la parada, aquí con cenizas de cigarros, y vaqueros en las sienes, enfermos de aventuras, y una mujer bella que no ve el gris en tardes de praderas. La parada me calma, banquetes de arroz con carnes, legumbres y hambres. Vengo en mi barca, con otros barcos, sobre aguas frías, colgado a los luceros de cielo enorme. Tengo el polvo de los centauros y los unicornios, y lanzo el humo de una noche corta en sus umbrales. Vengo con mi barca, agitado de olas, montado en otros corceles, con boletos de idas voy fluyendo. Siembro el plomo de la tarde, hoy a las cinco, la hora de Lorca y José Ignacio. Sobre esta taberna beberé el vino que nos falta para emborrachar el poema que dejé en sus ojos.  Parada, la misma parada de otros tiempos, círculo envuelto en el celofán del recuerdo. Traigo en mi barca muecas caretas desheladas. Paro, parada. Y de un trago resplandores de rosas me acompañan, para matar los desiertos sobre mares, descubrir el brillo de una noche tendida en la fe de las eternidades, y mi mal seguirá caminos oscuros, abortos de claridades.