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miércoles, 30 de diciembre de 2015

Un "tesoro" en la playa Monte Río


Por Virgilio López Azuán

27 de diciembre 2015. Desde la playa Monte Río en Azua, me llamó por teléfono Luis Chito Naut y me dijo: Pasa por donde Triny que te quiere entregar una cosa que se encontró en la playa. Es algo importante. Y le pregunté ¿Pasó por su casa paterna, en la calle Bartolomé? Sí, ella está allá. Fin de la llamada.
Al escuchar esas palabras del amigo un poco después del mediodía me asaltó la imagen del pirata Cofresí que  enterró tesoros en playas del Mar Caribe, como decía la voz popular. Sin querer vi un bergantín con cañones en los bandos, y al pirata alcanzando tierra con su monóculo.  Se me enroscó como hiedra en el pensamiento Francis Drake, los bucaneros, los filibusteros y todas las flotas que surcaban los mares y los anchos océanos. Dije para mí, se encontró Triny el tesoro. A lo mejor era el que el amigo José Luis quería encontrar... El mismo José Luis que dijo que compraría un detector de metales, porque según la leyenda cerca de la lagunita en Monte Río estaba ese cofre lleno con monedas de oro y otras prendas.
Fue un pensamiento fugaz, y por demás hilarante. ¡Qué tesoro ni tesoro! Salí del imaginario. Salí rápido porque tenía la certeza de que había superado las creencias,  las leyendas y los mitos que rondaban las callejas de Azua en tiempos idos y tiempos presentes. Ja ja ja.
En Azua conozco una persona que cree todavía que existe un tesoro escondido en playa Monte Río, lo mismo que el caballo de la cuaresma, animal enjaezado con cadenas largas que salía por las calles en las madrugadas y que no podía ser visto por persona alguna porque la misma se caía muerta. Ese caballo de la cuaresma se murió el mismo día que le pusieron luces a las calles como decía muy orondo un poeta maldito del barrio la Placeta.
Bueno, salí corriendo para la casa donde estaba María Trinidad Sánchez Sabater (Triny), poeta de la negritud, y me mostró la imagen que acompaña a este escrito. Lo hizo con el entusiasmo de haber encontrado un tesoro. Era un madero que había arrojado el mar y fue encontrado en la playa Monte Río.
Vi un brillo intenso en los ojos de Triny, me llevó donde estaba el madero en pleno sol porque lo había puesto a secar. Ya lo mandé a “sopletear”, le sacaron el sucio a presión y te lo quiero dar para que lo lleves a la universidad.
Mientras ella hablaba, yo estaba arrobado, con los ojos puestos en el madero, buscando figuras y encontré imágenes pulidas por el mar que hablan un lenguaje pasmosamente mítico: de unicornios y mantarrayas, de caballitos y pulpos al ataque. Por eso comprendí la expresión en los ojos de Triny. ¡Ella encontró un tesoro! Aquel que podía crear los paisajes de un submundo marino para explotar la imaginación. Ella también creó sus mundos, su propia elocuencia mientras descubría los misterios del madero, sin saber que los misterios estaban también en ella misma. Sin dudas es cosa de azuanos, cosas de poetas locos, como dicen los demás.
Yo me lo llevo. Le dije. Solo falta que lo curemos, le demos un retoque con lija sin alterar su armonía original y luego le apliquemos cierto tipo de barniz para luego exhibirlo, como un acto de creación de la naturaleza.  Le di confianza a Triny con mi cándida manera de esconder lo inexperto que soy en la materia.
Me entregó el madero, dos personas tuvimos que cargarlo al vehículo, pesaba como el sol a una de la tarde. Al subirlo, y sin que Triny lo advirtiera la miré de reojo. Encontré en su rostro una soledad de olas blancas. En el fondo ella no quería que me llevara su tesoro.

Si, su tesoro. El regalo de la playa Monte Río, que tenía una gran significación para ella, porque le revolaban los motivos para forjar nuevas historias en la memoria. Historias de mundos, aquellos inquietos mundos que salen en los poemas.   

UN DEBATE EN FACEBOOK



22 h · 
NO ENTIENDO...MEJOR DICHO ENTIENDO.
Ellos; uno el poeta, catedratico, rector; es mas poeta laureado; mi contemporaneo, compoblanos; y por ahi vecinos de adolescencia; no se que quiero decir, digo; es mas y hasta los lentes me quito. Y digo que busca, que ganaria el rector Lopez Azuan con una respuesta? El otro; que no es Otro; un Czar que sabe y domina los rincones del oficio de las letras; yo, como no soy ni jamas lo deseria ni llegaria a ser parte de las epicas letras dominicanas; he dicho que a ese periodista y escritor tan odiado sino hay que seguirle los pasos, por lo menos leerlo y luego UNO debe mirarse al ESPEJO. Ya se lo que quiero decir y me lo dijo Augusto Roa Bastos: "Nadie quiere oir ni ver su verdad intima". MIERDA, me parezco al genio Pedro Antonio Valdez. (Copiado textualmente)

lunes, 28 de diciembre de 2015

UN COMENTARIO QUE NO TIENE NADA DE INOCENTE.


 POR VIRGILIO LÓPEZ AZUÁN

En el Partido de la Liberación Dominicana -PLD- hay hombres y mujeres dignas y honorables que no permitirán la manipulación, las discusiones fuera de los métodos, las imposiciones, el chovinismo político, las quejas sin fundamentos, las ideas derrotistas, la confrontación insana, la manipulación mediática, la falta de respeto al electorado, el individualismo de intereses, la infiltración de anti valores perturbadores, idiotismos y todas las cosas con calañas. Debemos prepararnos para el relevo de las ideas, de los cambios generacionales, no solo de edades, sino de mentalidades, porque esta sociedad, lamentablemente está creando una generación "dembousera", que hay que asistirla y rescatar. Está creando núcleos "jukeros" que está abriendo heridas en los núcleos familiares. Allí deben ir las conciencias y las acciones de todas las personas que tienen un "chin" de liderazgo, sin perder el tiempo en cuestiones fútiles y luchar por un mejor país. Hay que reclamar los derechos, defenderlos hasta con la vida si fuere necesario. Pero que ese ideal de derecho le sirva a un colectivo hambreado en lo material y espiritual. Hay que enfocar la mirada desde horizontes humanísticos para nosotros, nuestros hijos y descendientes y el país.

domingo, 27 de diciembre de 2015

CARTA AL AMIGO CRISTIAN CAPANO


De propósito con el comentario de Cristian Capano al artículo “ Me echaron del parque de Azua”, el cual dice Cristian: “En confianza puedo dejar a mi hija en el parque para que ella elija su area para recrearse y estoy seguro que no tomara cerveza ni fumara hooca como describe el Prof en su escrito .. Y saben por que ? Porque le eh dado formación ... Y eso no se lo podemos dejar a las autoridades ... Los padres donde están !!!. (Texto copiado íntegramente según lo publicó el autor, sin alteraciones nuestras”

sábado, 26 de diciembre de 2015

¡Me echaron del parque de Azua!


Por Virgilio López Azuán.

¡Me echaron del parque de Azua! No es un título para llamar a la atención de mis lectores. No. Es que me siento comprimido.

En ese parque hay un banco donde por muchos años limpio mis zapatos. No he perdido esa costumbre. Allí vi desfilar a varios limpiabotas que con el tiempo se han ido. Uno de ellos era Luis, un muchacho de poco hablar que por diez años yo lo buscaba en toda la cuadra. Mis ojos se metían entre los árboles, cruzaban la glorieta, y en algún lado estaba él, fiel a su trabajo. A veces lo veía sentado, mirando el edificio de la vieja iglesia de la virgen de los Remedios esperando al cliente que no acababa de llegar. Un día dejé de verlo, para encontrarlo por las calles de Azua vistiendo ropa limpia y predicando los evangelios casa por casa todos los domingos.

viernes, 25 de diciembre de 2015

Las cajas navideñas, la compleja cultura del desorden.


 Virgilio López Azuán

El mundo cristiano celebra en diciembre la navidad la cual evoca el nacimiento de Jesús Cristo. Este acontecimiento narrado en la biblia hebrea envía mensajes impregnados de valores éticos a las culturas humanas. Mensajes poderosos capaces de estremecer la simiente de las conciencias más involucionadas y transformarlas en actos de amor y solidaridad.
A lo largo de la historia donde se ha conformado el concepto “humano”, donde pensamientos éticos y morales han confluido, se han enfrentado, han sojuzgado y han moldeado maneras de convivencia, encontramos la complejidad de los individuos humanos frente a sí mismos y a los demás. Encontramos maneras que van desde la más absoluta expresión de amor hasta la barbarie encarnizada; el ruido enloquecedor de los tiempos y el soplo leve del viento sobre las aguas.
Quizás dentro de esa vorágine que es la vida, no podamos dar respuestas exactas al comportamiento humano a pesar del avance de la psicología, la piscología social, la psiquiatría y la filosofía como base de la sabiduría y la descripción de la esencia, discutida en todas las civilizaciones, antiguas y modernas.
Resulta difícil que no comprendamos la génesis de los fenómenos de masas, del comportamiento de las multitudes, de las reacciones culturales, de la fina tela sobre la cual descansa la dignidad. Que no entendamos las consecuencias de los métodos utilizados en la entrega de cajas navideñas al pueblo en esta amada República Dominicana.
Muchos gobiernos, de todos los partidos han utilizado los mismos métodos y el resultado siempre es igual: desordenes, personas heridas y muertos. En el caso de este año 2015 tres muertos y varios heridos.
¿Qué es lo que pasa?  Trataré de reflexionar, sin compromiso de llegar a conclusiones únicas. Lo hago ante lo que me causa ese fenómeno complejo que tiene cientos de lecturas, dependiendo de la perspectiva del enfoque: el partidarismo político, la economía,  el humanismo, la solidaridad, y sobre todo, la filosofía de entender los actos de humanos.
No se explica que desde el litoral de la acción gubernamental, y de los partidos políticos, en la entrega de cajas navideñas al pueblo se siga cometiendo los mismos errores años tras años. Parece que no existe una fórmula que solucione ese mal. No se sabe si es mejor utilizar el orden que el caos. Se recuerda que a principio de los gobiernos peledeístas, este partido verdaderamente organizado como institución política, entregaba las canastas navideñas por medio de sus organismos o comités de base. Pero ¡oh destino! Las entregas se realizaban a miembros y a veces en horas de la noche. Este fue uno de los principios para que desde el litoral del Partido Reformista Social Cristiano y su líder Dr. Joaquín Balaguer, inspirado en la extinta doña Rosita Fadul difundieran y popularizaran el mote de “Comesolos” a los peledeistas. Ese mote cayó con balde de agua fría y se convirtió en un arma de campaña en contra del partido morado y la estrella amarilla.
Poco a poco se fueron cambiando los métodos, aunque permanece la entrega por organismos y personas del partido, se agregó la entrega de estas cajas o canastas navideñas a las masas en plazas públicas, volviendo a las prácticas balaguerista y perredeísta.
 Siempre se presentan los mismos problemas, la distribución de las cajas promueve la corrupción y el favoritismo. Se utilizan las fuerzas armadas y la policía para el control de oleadas de personas que buscan las canastas en los camiones o lugares de distribución. Siempre las filas, los amontonamientos humanos, los empujones, el uso de la fuerza policial y militar, los insultos, los improperios al gobierno, la violencia, los heridos y los muertos.
Estas cajas navideñas contienen algunos alimentos que solo sirven para hacer uno dos comidas tradicionales en las casas, no más. Y la gente hace filas de largas horas y se aglomera: mujeres embarazadas, envejecientes, niños, personas con discapacidad y otros sectores del pueblo. Decenas de profesionales del “tigueraje”,  se dan cita, y se encargan de acumular varias cajas por encima de todo, con violencia y sin mirar maltratos a los demás. Eso es puramente indignante.
Pero ¿Qué lleva a un pueblo a que acuda en pasmosas multitudes a buscar estas “benditas” cajas? ¿Existe en el país tanta hambre que se arriesgue la vida humana detrás de una caja de alimentos? ¿El paternalismo cultural? ¿El pobre nivel educacional servido al pueblo? Pero ¿que ganan en popularidad los gobiernos con esta práctica a todas luces inadecuada? ¿Es que no existen otras maneras para hacer llegar estos “regalos” a los sectores vulnerables de la sociedad?
Parece extraño que años tras años sondeos estadísticos internacionales indican que República Dominicana tenga los niveles de “felicidad” más altos en América Latina. Eso es contraproducente, contradictorio, complejo y digno de un análisis sociológico científico, desafiante y esclarecedor.
Creo como tantos que lo que sí disminuiría este fenómeno es el fortalecimiento de la educación, la creación de empleos, el incentivo a la producción, la erradicación de la corrupción, la eliminación del paternalismo o cultura del “dao”, el fortalecimiento de los valores éticos y morales de la sociedad, las prácticas de inclusión en contra de la discriminación, la eliminación de los abismos políticos, sociales y económicos entre unos y otros. En fin, la creación de un pensamiento colectivo que elimine el individualismo y el “yoismo”.

La navidad debe ser un espacio de renovación espiritual y material como es la tradición. Es para forjar “ideas rectoras” que nos hagan ser ciudadanos del planeta con dignidad y respeto por la vida, a la naturaleza y al cosmos.  Que la navidad sea para el amor y la paz universal.

lunes, 7 de diciembre de 2015

¡Azua clama por agua potable!

Por Virgilio López Azuán
La crisis de agua que afecta al pueblo azuano intranquiliza a toda la comunidad. No es una crisis nueva, solo que ahora se ha agudizado mucho más. Existen barrios y calles que tienen un mes, dos meses, seis meses y hasta un año que no les llega una gota de agua. Esto es sin exagerar porque para exagerar me sobra la poesía.
Por medio de cartas al gobernador civil de la provincia de Azua, Dramaturgo Luis Vargas, por medio de visitas a INAPA donde el incumbente Waltermón Pineda, y conversaciones con el senador Licenciado Rafael Calderón me he puesto a su disposición de manera voluntaria para tratar esta situación y buscarle soluciones a corto y mediano plazo, ya que la misma nos afecta a todos, directa e indirectamente. He sentido en ellos la preocupación por el problema,- eso no se puede negar- y el esfuerzo que están haciendo desde sus posiciones para enfrentarlo. Pero eso no es un problema de dos o tres personas o políticos, es un problema de todos que no se soluciona culpando a uno y a otro. ¡Todos de alguna forma somos culpables! Y ese es nuestro problema que pasamos todo el tiempo buscando culpables y no lo enfrentamos con una conciencia colectiva, desparasitada del partidismo político.
Recordamos que nuestro sistema sanitario colapsó hace largos años, también colapsó nuestro sistema pluvial y nuestro sistema de acopio, redes, manejo y distribución del agua potable. Por muchos años hemos estado “remendando”, y viviendo una crisis inmerecida que raya en lo insoportable.
El problema verdadero no es “falta de agua”, el problema es que no existe el preciado líquido para cocinar, beber, lavar, bañarse, asear las casas, mantener una higiene que nos evite el brote de enfermedades que ponen en riesgo la salud de los niños, envejecientes, sectores vulnerables y la colectividad en sentido general.
Son muchas las razones que se esgrimen para sustentar la tesis de la escasez de agua: el crecimiento demográfico de Azua en las últimas décadas, la sequía, las bombas de succión dañadas, los equipos rotos, los “valvuleros” que no abren las “llaves de paso”, los sabotajes por tipejos, los “tanqueros” que hacen negocios con la venta de agua por los barrios, los politiqueros que llevan agua a las zonas necesitadas, pescando el voto. ¡Todo, todo eso y mucho más! En esta viña del señor existen todas estas excusas.
Azua es uno de los valles en la República Dominicana con el más rico caudal de aguas subterráneas, no es una casualidad que tengamos una comunidad que se llame “La Ciénaga” por la antigua condición de cenagosa de la zona, donde tiempos atrás había brotes del líquido que superaban el nivel freático y se formaban charcas. Pero tampoco es una casualidad que otra comunidad se le llame “Las charcas”, y los brotes de agua de “Vichí”, “Los manantiales”, “Las Lagunas”, entre otros.
No, no es una casualidad, el agua en Azua, como en las mayorías de los asentamientos de humanos es el punto vital para el desarrollo de las comunidades, tanto antiguas como modernas. Cuando Azua sufrió el terremoto de octubre del 1751 fue trasladada a la margen occidental del Río Bía o Vía, precisamente porque cerca de esos predios estaba ese río y era fuente de agua. Hoy con la vorágine del manejo irracional de nuestros bosques y nuestro medio ese río es solo un lecho que duerme, levantando sus piedras redonditas hacia el candente sol. Sin embargo, en las profundidades, de forma subterránea, sigue ese manto de agua que como fantasma atraviesa el pueblo y algunos reductos de sus aguas afloran en su desembocadura en la playa de Monte Río.
Pero vuelvo al tema, aquí en Azua hay agua por todas parte, aguas termales, aguas de presas; aquí hay debajo de la tierra, hasta debajo de nuestras propias casas.
Entonces, ¡Por Dios!, los azuanos debemos hacer conciencia, olvidando la politiquería barata expresada en las calles, en los grupos, en los medios de comunicación; olvidando el sectarismo, el oportunismo electoral, y todos juntos acompañemos, clamemos, forcemos, conminemos a nuestras autoridades; sentemos al presidente de la República si fuere necesario para que Azua no sufra más escasez de agua. Yo, digo ¡Presente!

viernes, 4 de diciembre de 2015

Poema de Virgilio López Azuán



Arrebatos

Todo tiempo se estira hasta la orilla
se envuelve en la furia de la carne
para volverse a estirar bajo el crujido
bajo el telar de las horas transcurridas.

Todo tiempo se ahueca para poseernos
en su vientre y su vacío de vegetales
engullido en un vórtice olvidado
proyectado en los sueños del reloj.

Todo tiempo es una onda perforada
por las palabras y los recuerdos,
imago de la sustancia hecha reflejos
máscara que retoza entre los dedos.

Quizá ya no lo entiendas, ni yo tampoco
que entre tantos estirones ya nada quede
solo el humo de maderos abrasados
una tormenta de elementos que levanta
aquellos secos protones de la infancia.

Quizá ya no entiendas, de la vida el maderamen
ni yo tampoco, aquellos arrebatos blandos
porque el tiempo es una onda perforada
con las huellas de los dedos colocadas              
en la blanca noche que en esta orilla se refugia.    

Todo tiempo nos posee y somos seres engullidos
seres regresados en un viaje de átomos amantes
en rastro crepuscular de los  caminos.
Y entonces,  en aquellas constelaciones blancas
seremos éxtasis, del beso estremecido.